Tradicionalmente se considera que los cómics son literatura de segunda. Sin embargo, su lectura aporta muchos beneficios, sobre todo a primeros lectores.
Todos nos iniciamos en la lectura a través de imágenes. Los libros para los más pequeños se caracterizan por tener unas imágenes muy cuidadas, que atraen al niño y cultivan su sentido artístico en muchos casos. El texto es secundario en un objeto que trata de llamar la atención de los bebés.
A medida que el niño crece y comienza a hablar es capaz de seguir la lectura -siempre con ayuda de algún adulto- de
textos pictográficos. En ellos, algunas palabras son sustituidas por imágenes o iconos que el niño puede identificar fácilmente. Estos libros les ayudan a comprender el sentido de la lectura y escritura (de izquierda a derecha y de arriba a abajo, en nuestro caso), a ejercitar la discriminación visual, a iniciarse en la construcción de conceptos y relaciones entre conceptos...
Iniciación al cómic
A partir de los 6 años un niño ya es capaz de leer historias de forma autónoma. En los libros que se publican para esta edad aún predominan las ilustraciones frente al texto; pero a medida que los niños crecen se van encontrando con libros acompañados de forma anecdótica por una ilustración.
Muchos padres creen que esta es la evolución natural de la lectura, y que cuanto antes lea su hijo libros con más páginas y letras antes desarrollará su gusto por la lectura. Pero nada más lejos de la realidad. En muchas ocasiones es este cambio brusco, este querer hacer grandes a los niños, lo que provoca el rechazo por los libros.
Es en este momento en el que los cómics juegan un papel fundamental. El cómic continúa siendo una mezcla de imagen y texto, con la diferencia de que en este caso son igualmente importantes los dos elementos. La imagen no solo apoya al texto, sino que aporta nueva información y elementos que el lector debe descodificar e interpretar para comprender la historia.
El padre, en este momento, tendrá la difícil tarea de seleccionar los cómics que sean aptos al nivel lector de su hijo pues los cómics, aunque sean dibujos, no necesariamente son infantiles. Las editoriales no lo ponen tampoco fácil, pues la mayoría no incluyen en sus catálogos infantiles este formato de libro.
Los beneficios del cómic
El cómic presenta los mismos beneficios que la lectura de una obra narrativa. Y además...
Gracias a la combinación de texto e imagen, los cómics pueden expresar la sátira, juegos de palabras y el humor de una manera que no es posible mostrar solo con texto.
- Presenta símbolos abstractos que hacen visual el lenguaje: la bombilla representa una idea; en función de cómo esté dibujado el bocadillo se representará un diálogo, un grito, una pensamiento...; las onomatopeyas (transcripción fonética de un sonido no verbal) identifican distintos sonidos, etc.
- Los cómics en su formato tradicional son coleccionables. La afición de coleccionar implica continuidad, orden, secuenciación, cuidado, etc.
- Favorece la capacidad de síntesis y análisis. Al tener un espacio limitado (bocadillo-viñeta-página-tomo), la información debe condensarse en pocas imágenes y palabras. Esto ayudará al lector a reconocer lo que es esencial, además de ayudar a organizar el pensamiento y a saber exponerlo.
- Con su lectura se adquieren códigos que van a acompañar al niño a lo largo de toda su vida.
- Estimula el desarrollo del pensamiento lógico.
En definitiva, se trata de que los pequeños lectores no pierdan el contacto con el libro, independientemente del formato de este. Al igual que pasa en la vida, en la variedad está el gusto
(Artículo sacado de http://www.literaturasm.com/Comics_Cosa_de_ninos.html)
Después de todo este artículo, os confieso que yo empecé a leer con los cómics, porque no había manera de iniciarme en la lectura, y ahora no hay nada que no me guste.
Por eso os voy a recomendar una página para poder leer todo tipo de cómics on line.
Seguro que a vuestros hijos les encantará, los cómics son los libros más sacados de la biblioteca.
Ya están aquí las vacaciones de verano y con ella los desplazamientos, para aquellos que decidan cambiar de horizonte, y más tiempo libre para todos, especialmente para los peques de casa. Evitar el aburrimiento en los trayectos y en las largas horas de un día con mal tiempo son pan comido si echamos mano de propuestas tan sugestivas como las de Combel y Zendrera, entre otros.
